60 OCIO “Fui coprotagonista con gente que veía desde hace mucho tiempo y no lo podía creer. Yo me hacia el canchero, pero por dentro no lo podía creer. Fue un lujo”. “Intervenía mínimamente con las salidas que hacía Ernestina Pais, que era notera de Jorge Guinzburg en ese momento, pero me gustaba”, recuerda. Así, su carrera se perfiló de manera que no hubiese previsto. Junto a Sebastián Wainraich llevó adelante Kitsch TV, y luego se hizo cargo del segmento de humor de Duro de Domar. “Nunca me imaginé que iba a terminar dedicándome a la actuación ni al humor”, confiesa. “Lo veía muy difícil, de hecho era bastante tímido y no hacia reír mucho a la gente. Hoy sí, incluso es al revés, trato de poner un freno en mi vida normal, se me escapan los chistes pero quiero dar una onda más maduro, más serio”, bromea. Las redes y los artistas: un cambio abrupto Si bien sus inicios están ligados a la televisión, Presta también expandió su carrera en pleno auge de las redes sociales, fenómeno que percibe como una gran posibilidad. “Es increíble lo de internet. Para actuar o trabajar en la tele, antes tenías que rogarle en el mejor de los casos a un productor para que te vea”, considera. “Hoy los chicos tienen su propia isla de edición, y canal, todo en un teléfono. Se abrió todo de una manera increíble”, agrega. Admite que él es “muy de la tele” y sigue mirándola, pero que tanto You- Tube como las plataformas de strea- ming y redes cambiaron las reglas. Tanto que, según apunta, muchos de sus videos de “Préstico”, por ejemplo, se viralizaron en su momento por WhatsApp. “Ahí me empezó a conocer muchísimo la gente”, indica. Incluso, el actor cuenta con su propio canal de YouTube, con más de 300 mil suscriptores. “Se ve mucho pero yo no caigo todavía, soy un señor mayor con eso”, bromea. “No caigo en que tengo que hacerle programación, la mayor parte son videos de hace unos años atrás”, confiesa Presta. Teatro en la calle Corrientes y un 2023 prometedor Presta no dejó de lado nunca su pasión por la actuación. Ese rumbo adoptó su carrera en un 2022 cuyo balance, tras haber protagonizado una ficción en uno de los canales más vistos de la televisión argentina, es más que positivo. Formó parte de “El primero de nosotros”, lo que, puede decirse, vivió como un sueño hecho realidad. “Fui coprotagonista con gente que veía desde hace mucho tiempo y no lo podía creer. Yo me hacia el canchero, pero por dentro no lo podía creer. Fue un lujo”, insiste. Además, en Paseo La Plaza, pro- tagonizó la comedia “Mi madre, mi novia y yo”, dirigida por Die- go Reinhold, y en la que comparte escenario con Graciela Tenenbaum y Victoria Almeida. La obra, que les valió cuatro nominaciones a los premios ACE, vuelve al cartel en enero. “Lo estoy disfrutando mucho. Mis compañeras son excelentes actri- ces, el director y la producción acom- paña un montón”, cierra.